La contaminación del aire es un factor de grave preocupación ambiental y sanitaria, como se ha demostrado en infinidad de estudios científicos en los últimos años.
Sin ir más lejos, el informe general State of Global Air 2020 , publicado esta semana, indica que la contaminación del aire en espacios abiertos y en el interior de los edificios provoca la muerte de casi un millón de recién nacidos en el conjunto del planeta. Además, se recuerda en este recopilatorio de datos que coordinan Health Effects Institute y Institute for Health Metrics and Evaluation’s, la mala calidad del aire también perjudica a la salud y la esperanza de vida de niños y niñas durante la gestación, por efectos secundarios en las madres durante el embarazo.
Los datos del informe anual sobre el estado global del aire se repiten con dura contundencia, sin mejoras substanciales en prácticamente ningún punto del planeta, ver por ejemplo los datos del informe anterior publicados en La Vanguardia: Sin contaminación, los niños que nacen ahora tendrían 20 meses más de vida.
Una forma diferente de observar la preocupante realidad de la contaminación del aire es calcular el daño económico que causa esta situación en cada una de las ciudades y países afectados. Para este tipo de estudios se tienen en cuenta los diversos factores implicados, incluido el gasto sanitario en la atención de personas afectadas por enfermedades asociadas a la contaminación del aire.
La Alianza Europea de Salud Pública (EPHA, por la denominación en inglés) ha publicado ahora, en este sentido, un informe sobre el coste económico de la contaminación del are en el que se incluye una aplicación informática interactiva que facilita observar este tipo de datos por regiones y ciudades en la práctica totalidad de Europa.
El estudio de la EPHA, que agrupa más de un centenar de entidades, asociaciones e instituciones de salud de toda Europa, examina los datos de 432 ciudades de la Unión Europea (UE), Reino Unido, Noruega y Suiza; en una superficie habitada por más de 130 millones de personas.
La primera conclusión del estudio es que la contaminación del aire supone, en el ámbito estudiado, un coste adicional medio de 385 millones de euros por ciudad/año, lo que suma un total de 166.000 millones de euros al año.
La media europea por ciudadano se sitúa en 1.250 euros anuales, pero el reparto per cápita varía en función de cada ciudad, siendo notablemente mayor en las grandes urbes, en las áreas con más densidad de población y en las localizaciones con menor poder adquisitivo.
En el caso de España, según las ciudades analizadas por la EPHA, y con datos de 2018, en términos absolutos el mayor coste general corresponde a Madrid, con más de 3.383 millones de euros al año, mientras que el dato agregado para Barcelona se situa en 2.020 millones de euros anuales.
El mayor coste por habitante corresponde, sin embargo a Barcelona, con 1.256 euros, seguida de Guadalajara (1.183), Madrid (1.169), Coslada (1.033), A Coruña (1.033), Palma (1.024), Toledo (970), Leganés (959), Talavera de la Reina (956) y Logroño (922).
La lista incluye también, en este orden, a Bilbao, con 917 euros anuales por habitante, San Sebastián (858), València (849), Valladolid (838), Gijón (827), Santander (818), Zaragoza (790), Pamplona (765), León (671), Badajoz (593), Zamora (593) y Santa Cruz de Tenerife (382).
El análisis publicado por EPHA se basa en una “robusta metodología” apoyada en “numerosos estudios” de economistas medioambientales para atribuir un valor monetario a los costes sociales de la polución aérea adoptados en el estudio con 16 factores sanitarios que se pueden medir.
”Posteriormente, los impactos físicos se monetizaron utilizando un marco de valoración desarrollado en el Manual de Costos Externos revisado por pares publicado por la Dirección General de Movilidad y Transporte de la Comisión Europea”, destacan los autores.
Los costes sociales se determinaron específicamente en cada localidad en función de los niveles de contaminación local y el tamaño y la estructura del municipio en términos de edad o nivel de vida.
Las ciudades con mayores costes vinculados a la mala calidad del aire, según el estudio, son Londres (11.380 millones de euros al año), Bucarest (6.350 millones) y Berlín (5.340 millones).
El tamaño de las ciudades, señala el estudio, tiene una incidencia directa en los costes, de forma que los 25 municipios con mayores “pérdidas” son localidades de más de un millón de habitantes.
”En gran medida, la situación puede verse influenciada por las políticas de transporte y las ciudades pueden reducir los costos cambiando a la movilidad urbana de cero emisiones”, señaló el secretario general de la EPHA, Sascha Marschang, en el resumen informativo de presentación de este informe.
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